¿Quejas o razones?

¿Quejas o razones?

Tengo una conocida que cada vez que me ve se dedica únicamente a quejarse. Su vida es una queja continua; tiene más trabajo que nadie, sus hijos le requieren mucho tiempo, su marido está siempre trabajando, su madre es insoportable… cualquier cosa es una completa negación y queja. 

Cuando en algún momento de la conversación le digo que si no le gusta su trabajo que cambie, que puede hacerlo, rápidamente dice que su trabajo le gusta PERO, siempre hay un pero, que tiene mucho… o si le digo que cuando conoció a su marido ya trabajaba mucho porque le encanta su trabajo y que eso es muy bueno para él y para ella, la conversación entonces ya no le interesa.

Y por su puesto, no le interesa saber como estás tú. Solo habla de ella.

No le interesa ver la vida de otra manera.

Estar situada en la queja continua es lo que a ella le hace sentir bien, eso es lo conocido y no desea cambiarlo.

Así que cuando me ve saboreando la vida, disfrutando cada momento y levantándome rápidamente de cada caída, y tomándo los retos con seguridad me dice con reproche:

“Con tu forma de ver la vida, todos los días son buenos”

Sí, así es. Se trata de ser coherente, no es un positivismo barato, que te haga estar todo el día sonriendo. 

La vida te da de todo, la cuestión es como lo vives tú.

Dos personas pueden ser despedidas a la vez, para una puede ser un desastre, un sin sentido, un ¿ y ahora qué hago con mi vida? Y para otra puede ser la oportunidad de reinventarse…

Si quieres cambiar tu forma de vida puedes hacerlo.

Tu mente hace lo que cree que quieres que haga, ¿qué quieres que haga tu mente?

Te ayudo a superar tus miedos para que puedas volver a conectarte con lo que realmente eres, sentirte bien de nuevo y seguir adelante con tu vida. Ponte en contacto conmigo. 

¿Quieres saber cómo influye nuestro diálogo interno? Pásate por esta entrada. 

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